domingo, 1 de marzo de 2020

Nuevas Camadas


Como Caporales es nuestra responsabilidad levantar nuevas camadas en nuestros bailes y para el liderazgo en distintos entornos de la sociedad.
Salmo 45,16 "El lugar de tus Padres serán tus hijos a quienes harás príncipes en toda la tierra" esto nos da a entender a nosotros que es nuestra responsabilidad levantar a nuestros hijos, pero hablamos únicamente de los hijos de sangre, por que quizás y tal como es tradición en muchos bailes en un legado sanguíneo, mi hijo no es precisamente la persona indicada para tomar ese lugar cuando llega su tiempo de liderar en medio de su baile o de servir a Dios como Caporal, esto tiene que ver mas con aquellos hijos espirituales los que como Padres, Caporales o lideres, debemos preparar, darles las oportunidades y espacio para que la próxima generación pueda tomar su lugar, debemos constantemente levantar nuevas camadas de liderazgo.
Si no levantamos nuevas camadas, nuestro resultado sera un estancamiento, si no empujamos nuestro liderazgo a que sea mas joven, nuestros bailes no tendrán futuro, no permitiremos actualizarnos, sin progreso ni cabida para que siendo iglesia de Dios no seamos agua viva y fluyente. Nuestra iglesia no esta creada para ser igual a aguas encantadas, todos sabemos que aguas encantadas apestan y no producen vida, atraen cosas que no producen vida, por lo mismo, debemos ser ríos de vida donde constantemente estamos fluyendo.
No podemos ser una generación que celebra el pasado, mas de o que se enfoca en el futuro, nuestros mejores días están por delante.

¿Como levantamos a nuevas camadas?
1.- Teniendo ojos para ver potencial, el problema es que muchos no buscan potencial, si no que buscan el producto final y el producto final se forma, no se encuentra, lo que se forma es potencial.
Jesús es el mejor ejemplo de alguien que vio potencial constantemente.  Jesús paso cerca de una mesa y vio a un cobrador de impuestos llamado Mateo, era literalmente el enemigo del pueblo Judio por que trabajaba para el Imperio Romano y Jesús ve algo en el y le dice - ven y sígueme - no vio el producto final.
Simón Pedro lavando sus redes a la orilla del lago, Jesús pasa al frente de el y vio algo en el, quizás fue el único pescador que se quedo después que todos los demás pescadores se fueron a casa y estaba lavando sus redes, y quizás vio una buena ética de trabajo en el, vio su potencial y le dijo - ven y sígueme -
Tenemos ojos para ver potencial por que si constantemente vemos el producto final, jamas vamos a encontrar lo que estamos buscando, tenemos que tener ojos para poder reconocer, para poder ver potencial, para poder ver una gotita de oro, no el producto final, por eso es lo que Dios vio en nosotros, nuestro potencial.
2.- Dar oportunidades, Jesús y sus discípulos son el mejor ejemplo, por que ellos no solamente caminaban junto a Jesús, si no que el los involucro, literalmente trabajaron a su lado, observaron y se involucraron por que Jesús les dio una oportunidad para involucrarse, no eran el producto final, tan solo demostraron su potencial y conforme a su potencial tuvieron responsabilidades para involucrarse en lo que el vino a hacer.
No damos las oportunidades quizás por que pensamos que si las personas no están preparadas de la forma correcta no puede servir o no puede ser útil, pero este es el error que cometemos, no buscamos preparación si no que buscamos perfección en la gente y si no encontramos perfección no le damos una oportunidad
Esto no se trata de descartar a una generación para darle lugar a otra generación esto se trata que con nuestro liderazgo podamos manejar bien la tensión generacional y que las generaciones puedan caminar lado a lado avanzando en nuestros bailes para que perduren con los años.
3.- Debemos seguir creyendo en las nuevas camadas aun cuando fallen, tenemos que tener un liderazgo que suelte a las personas y no que aplaste a las personas cuando fallen, que sepan que cuando se equivoquen puedan acercarse a mi como Caporal y líder por que seguiré creyendo en ellos aun cuando fallen. No podemos liderar disciplinando a las personas, debemos caminar junto a ellos, dándole el lugar que merecen.

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